viernes, 13 de mayo de 2011

Phil

Fuimos como dos simples gotas de lluvia que se encuentran en el mar, uno de mis primeros pasos los acompañaste.



Y quise que siguieras a mi lado quizás a estas alturas no es bueno cuestionar a la vida del porque cambio nuestras rutas, al sentir que me diste la espalda sin explicarme porque.



Pero como siempre las puntas de la cuerda se vuelven a unir y ya me dijeron que sentiste lo mismo, aunque hubiera preferido mil veces que seas tu quien lo diga.



De todos modos estoy aquí recordando que como dos niños pasamos momentos que hoy no se pueden alterar y menos olvidar, las sonrisas, juegos, travesuras, los planes, las cosas que me enseñaste que se hicieron parte de mi subsistencia o los consejos que me dabas, con simples frases decías que el mundo esta ahí, pedias que lo viva y deje de psicoanalizarlo.



Desconocía tu origen, desconocía tu carácter pero fue tan simple hacerte mi amigo, un buen amigo de aquellos que difícilmente se encuentran y son tan fáciles de perderse.



Conocí tu mundo y tu mundo fue bueno conmigo y con ello me refiero a tu familia, recuerdo la última vez que tome tu mano, trate de darte fuerzas y sin darte cuenta me diste valor para vivir con optimismo la vida por más dura que esta sea.






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